Estopa, los reyes de la calle que conquistaron los escenarios, celebran su reinado en la Costa del Sol

Hay canciones que no envejecen. O, mejor dicho, hay canciones que envejecen contigo. Te acompañan como una chaqueta de cuero gastada, como una foto Polaroid sin fecha. Estopa, con su mezcla de rumba suburbial, alma rockera y filosofía de bar de barrio, lleva 25 años haciendo eso: ponerle música a nuestras vidas sin pedir permiso, sin disfrazar el acento.

Este verano, los hermanos Muñoz suben la apuesta: serán los grandes protagonistas del décimo aniversario del Weekend Beach Festival de Torre del Mar. Y no es una frase hecha. Es la única fecha en Andalucía del dúo más querido de la música española, y será, como todo lo que hacen, en riguroso directo. Sin artificios. Sin dobleces.

En el cartel, junto a ellos, nombres de altura: Kase.O, el liricista del rap con alma de monje zen, y Mathame, la experiencia sensorial más avanzada que ha dado el cinematic techno. Pero lo de Estopa es otra cosa. Es más profundo. Es emocional.

Presentarán Estopía, su nuevo disco de canciones inéditas, que suena a regreso y a redención, a lo de siempre y a lo que viene. Porque si algo saben hacer estos dos hermanos de Cornellà es evolucionar sin perder el código genético. Son obreros de la canción, pero también arquitectos del recuerdo colectivo. Por eso este concierto no será uno más. Será un reencuentro con ese pasado que se te mete en la sangre cuando menos te lo esperas.

Premio Ondas 2024. Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Setenta discos de Platino. Y aún así, siguen cantando como si acabaran de salir de un garaje en L'Hospitalet. Con la misma sonrisa de tipos normales y la misma actitud de “no tenemos nada que demostrar”.

En 2017 ya estuvieron en el Weekend Beach Festival, y los que estuvieron lo recuerdan como se recuerdan los buenos vinos: con calor, con alegría, con algo de nostalgia. Este 2025, el festival cumple 10 años. Y nadie mejor que Estopa para ponerle banda sonora a esa celebración. Porque no se puede hablar de música española sin hablar de ellos. Porque sin Estopa, la fiesta es otra cosa. Más fría. Más silenciosa.

Y aquí no hemos venido a estar callados.