Basquiat: Cronolánea

Decíamos ayer que no queríamos que ésta fuera la crónica de 365 días en los que la vida ha seguido golpeando nuestras puertas. Algunos abrieron sin preguntar. Otros, siguén llorando tras la maciza estampa de un San Pancracio al que ya se le han caído los ‘cinco duros’ sin que nadie le haya hecho mucho caso. En el nuestro, a SOHO me refiero, creo que el tiempo continúa sin pasar. Ni de largo ni de ancho, seguimos dispuestos a hacer frente a las adversidades y caprichos del destino. Hoy aquí, mañana allí, pero siempre llega ese momento en el que cada cual se encuentra consigo mismo y se dice cosas en el espejo. Eso le ha ocurrido a SOHO. Nos hemos mirado a los ojos, cada cual con su mejor cara, y hemos insultado al repugnante ser que teníamos enfrente. De ahí nace esta nueva temporada de una publicación que se reinventa. “Siento el tiempo que se fue y este martes me desprecia; si en Madrid quise Venecia, ¿en Venecia qué querré?”. Haciendo caso a estas palabras del poeta Sarmentero, comenzamos a preguntarnos lo que vamos a seguir queriendo después de SOHO. Quizá muchas cosas. Quizá menos. Quizá advirtamos el peligro a lo lejos y lo cojamos, lo toquemos y nos lo guardemos en el bolsillo para seguir al frente. Un año no es nada si nos tenemos los unos a los otros. Demostrable, como la experiencia de nuestros colaboradores. Le damos la bienvenida a esta nueva aventura de un SOHO que hoy no está ni en Nueva York ni mucho menos en Londres. Merodea por aquí, de la misma forma que nosotros los hemos hecho en la sombra durante estos últimos años días que hoy se nos hicieron cortos.